Obesidad y Nutrigenómica

SOBREPESO-OBESIDAD

  

"LO IMPORTANTE NO ES LO QUE QUITAS, ES LO QUE QUEDA..."

 Terapias dietéticas para mejorar situaciones de sobrepeso y obesidad, alcanzando los ideales de esbeltez, vitalidad y bienestar, sin olvidarnos del objetivo primordial de promover al máximo la buena salud nutricional.

 Tratamientos integrales con historia clínica, estudio antropometrico, analíticas por biorresonáncia y por laboratorio, estudio genético y metabólico.

 Complementación de técnicas terapéuticas con el soporte emocional que nos brinda la PNL (Programación Neurolinguística) para controlar estados de estrés,ansiedad e ingesta compulsiva.

 Terapias complementarias para combatir el sobrepeso y la obesidad con Biorresonáncia Quántica- QUANTUM SCIO

  

Teresa Carles

Volem donar les gràcies a la ponent Dra Laura Arnold Nutricionista Lleida, per la interessantíssima xerrada que va donar ahir sobre "Menjar bé, perdre pes i mantenir-lo".
Gràcies també a tots els que vareu assistir ahir a la Teresa Carles Talk #4. Esperem veure-us a les properes edicions!
Si no vas poder venir, pots llegir la ressenya al nostre blog i d'aquí uns dies podràs veure la xerrada completa al nostre canal de YouTube.

TU PUEDES CONSEGUIRLO!!!

  Los españoles engordarán entre 3 y 5 kilos estas navidades

 Expertos de (IMEO) han alertado de que, debido a los 17 días no laborales de estas navidades y a las múltiples celebraciones que se llevan a cabo estos días, los españoles van a engordar una media de entre tres y cinco kilos.

 Y es que, una sola comida de Navidad nos podría aportar entre 2000 y 2500 kilocalorías, el equivalente a dos días de dieta normal, cuando lo ideal es que no sobrepase el 30 por ciento de la ingesta calórica diaria, es decir entre 450 y 750 kilocalorías en función del sexo, el peso, la edad y actividad física de la persona.

 Por esta razón, los expertos han aconsejado hacer caso al refrán ‘más vale prevenir que curar’ y planificar minuciosamente los menús de los días señalados, optando por platos menos calóricos, ligeros y digeribles, calculando las cantidades según el número de comensales, para evitar así tirar de las sobras en los días posteriores.

 Así, y para evitar que la típica frase de ‘cuidaré mi alimentación’, secundada por ‘me apuntaré al gimnasio’, quede en un mero propósito de año nuevo, los especialistas han avisado de que conviene tomar medidas oportunas “¡desde ya!”. El primer paso es hacer la compra de manera adecuada, ceñirse al menú predeterminado y al número de comensales para, así, evitar comer de más esos días, al igual que los posteriores para no incurrir en aquello de “antes reventar que tirar."

 Cómo diseñar un menú de Navidad sano

 A la hora de diseñar el menú, los nutricionistas han aconsejado sustituir las comidas ricas en grasas y azúcares por otras, a base de verduras y hortalizas, siendo preferible su consumo en crudo para favorecer la asimilación de vitaminas, así como restringir alimentos que aportan calorías vacías, como refrescos, dulces, ‘snacks’, golosinas y alcohol, ya que favorecerán la aparición de reflujo gastroesofágico, distensión abdominal, gases, digestiones pesadas, malestar general, aumento de los niveles de glucosa en sangre, triglicéridos y colesterol.

 En el día de la celebración hay que sentarse en la mesa sin hambre y, por ello, en lugar de ayunar o ‘aguantar hasta la comida’, los expertos han aconsejado hacer muchas tomas pequeñas y ligeras a lo largo del día. Asimismo, comer despacio, saborear cada plato y disfrutar no sólo de la comida, sino también de lo que la rodea, son otros de los consejos aportados.

 Una vez concluida la comida, hay que retirar todas las sobras de la mesa, incluida la bandeja de dulces típicos, pero calóricos e indigestos. De esta forma, se evitará seguir picoteando. “Para poner fin de la celebración, podremos proponer a nuestros invitados actividades que ayudan a hacer mejor la digestión: paseo, baile o juegos que implican movimiento, como concurso de mímica, por ejemplo”@Imeo

 

NUTRIGENOMICA Y NUTRIGENETICA

La genómica nutricional establece como
principal objetivo aportar el conocimiento que
permita hacer un diagnóstico y establecer un tratamiento
nutricional basado en el genotipo individual,
mediante 2 ramas principales: la nutrigenética
y la nutrigenómica.

• La nutrigenómica, como disciplina emergente
en estos últimos años, estudia cómo interaccionan
los alimentos y sus componentes con
la información que aparece en nuestros genes y
con todo el entramado metabólico que se deriva
de ello, así como las consecuencias que acarrean
a todos los niveles. La nutrigenómica se ocupa
también de conocer y caracterizar la diferente
respuesta a la alimentación según el genotipo, la
nutrigenética, y según la historia alimentaria individual,
la epigenética.

 
• La nutrigenética es una ciencia aplicada dependiente
de los paradigmas de la farmacología
nutricional en relación con los polimorfismos y la
experiencia clínica. Así, como la farmacogenética
busca mejorar el diseño de fármacos según la
influencia de las variaciones genéticas en el metabolismo
de los xenobióticos y en las dianas de
fármacos en el paciente, la nutrigenética ofrece la
posibilidad de personalizar la nutrición de acuerdo
con la constitución genética de los consumidores,
teniendo en cuenta el conocimiento de las variantes
genéticas que afectan al metabolismo de los nutrientes
y a las dianas de estos. En definitiva, la nutrigenética
hace referencia al análisis de variaciones
genéticas entre individuos y su respuesta clínica a
nutrientes específicos. Un ejemplo que se puede
considerar muy clásico a pesar de lo novedoso de
estas disciplinas serían los individuos con diferentes
valores de colesterol sérico y presión arterial por variaciones
genéticas, aun con dieta estándar.

Un objetivo final que tiene la nutrigenómica
es el desarrollo de alimentos que se ajusten a las
conveniencias de salud de personas individuales,

• La nutrigenómica y nutrigenética son el futuro de los
tratamientos para el control de la obesidad y de todos
los aspectos que giran alrededor de la nutrición. A corto
plazo, los profesionales relacionados estarán actuando
con estos procesos.
• Las técnicas, sobre todo las referidas a la obesidad, están
dando unos resultados muy esperanzadores.

 @Dr.Antonio Luis Villarino-UCM

TEST NUTRIGENETICOS

Todo lo comentado anteriormente es la base de
los test genéticos que se aplican para aportar informaciones
importantes sobre la aparición y el
desarrollo de distintas enfermedades, entre otras
la obesidad.
Realmente son análisis genéticos para determinar
la presencia de polimorfismos que
predispongan a sufrir enfermedades. Con los
resultados que se obtienen se elaboran informes
personalizados que orientan sobre los alimentos
que son los más o los menos indicados para una
persona en función de su perfil genético. Es la 
denominada nutrición personalizada.

@Dr.Antonio Luis Villarino-UCM

La Obesidad depende del cerebro obesogénico

La manera de pensar abre el camino a la obesidad, que por medio de los genes se vincula a la estructura y funcionamiento del cerebro, ha descubierto una investigación de la Universidad McGill publicada en PNAS. 

El estudio se basa en los datos de imagen de resonancia magnética (IRM) y en test cognitivos desarrollados con 1.200 personas procedentes del Proyecto Connectome Humain. Analizando estos datos, los investigadores han descubierto que las personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) alto, muestran una flexibilidad cognitiva, capacidad de gratificación, competencias visuoespaciales y memoria verbal menores que las demás personas. 

También apreciaron que estas personas tienen una tendencia a presentar una corteza prefrontal izquierda más gruesa y un córtex prefrontal derecho más delgado. Además, el volumen de la amígdala izquierda, a la que se le atribuye un papel en la reacción a los estímulos alimenticios, es mayor en las personas con el IMC elevado, así como el volumen de las estructuras cerebrales asociadas a la memoria episódica y la mediación contextual. 

En consecuencia, según los investigadores, es posible diseñar un modelo según el cual las personas que tienen propensión a la obesidad son más sensibles que las demás a los estímulos alimenticios visuales, así como menos aptos para resistirse a sus encantos, obviando así el aspecto negativo de la alimentación, como el aumento de peso. 

Numerosas personas analizadas en el estudio eran hermanos o hermanas, incluso algunos gemelos idénticos. De esta forma, los investigadores pudieron determinar el carácter transmisible de los factores relacionados con la obesidad, medido a través del IMC. 

Aplicando métodos estadísticos, los investigadores han descubierto que numerosos aspectos cognitivos y neurológicos están vinculados a la obesidad, sugiriendo incluso que el papel de la genética en la obesidad se manifiesta al menos en parte por medio de la anatomía cerebral y de las funciones cognitivas

 @Tendencias21

Síndrome metabólico

Este tema es uno de los tópicos más relevantes que puede tratarse en cualquier blog de cirugía de obesidad ya que engloba una serie de enfermedades que causan un gran número de problemas de salud y muertes cada año a nivel mundial. 

El síndrome metabólico no es una sola enfermedad sino una serie de alteraciones en el metabolismo de la persona que se presentan de forma paulatina pero progresiva conforme avanza la edad y la obesidad es un factor crucial predisponente en esta serie de problemas que además se potencian uno al otro en cuanto al daño que producen al organismo de la persona que lo sufre.

Como su nombre lo indica, el síndrome metabólico se refiere al metabolismo del cuerpo, refiriéndonos por metabolismo a los procesos químicos que se llevan a cabo en un organismo vivo; otra forma de verlo es como la forma en la que nuestro cuerpo utiliza y gasta la energía que obtiene de los alimentos.

Al síndrome metabólico también se le conoce como “Síndrome X”, un concepto que se desarrolló a partir de un grupo de problemas metabólicos que ayudan a identificar a las personas con riesgo elevado de padecer infarto cardíaco o diabetes.

Qué relación existe entre el peso y el síndrome metabólico?

La relación existente entre el sobrepeso y la obesidad con el síndrome metabólico es algo que se ha estudiado a fondo hasta comprobar su estrecha relación de afectación mutua, por lo que entre mayor sea el grado de obesidad mayor será el riesgo de padecerlo, aunque también existen personas con un peso normal que sufren de este síndrome.

Cabe destacar que el 40% de los pacientes obesos no sufre del síndrome metabólico, mientras que el 5% de las personas con peso normal lo pueden padecer. Aún así, el riesgo de enfermedad cardiovascular (infarto cardíaco o cerebral) se encuentra significativamente más elevado en los pacientes obesos, independientemente de si padecen o no del síndrome metabólico.

Un factor que jugó a favor de los individuos sometidos a esta investigación es su estado físico cardiorrespiratorio, por lo que aquellos que a pesar de ser obesos realizaban ejercicio,disminuyeron el riesgo de mortalidad, aún padeciendo síndrome metabólico.


¿Cómo se diagnostica el síndrome metabólico?

A lo largo de los años se han establecido diferentes clasificaciones o parámetros a considerar para determinar si una persona sufre de síndrome metabólico, de acuerdo con los lineamientos establecidos por el Instituto nacional del corazón, pulmón y sangre (NHLBI, por su siglas en inglés) y por la Asociación nacional del corazón de los Estados Unidos (AHA, por sus siglas en inglés), el paciente es diagnosticado con síndrome metabólico cuándo tiene al menos 3 de las siguientes condiciones:

Diagnóstico:

    • Glucosa en ayuno ≥100 mg/dL (o bajo tratamiento médico para controlar la glucosa)
    • Presión arterial ≥130/85 mm Hg (o bajo tratamiento médico para controlar la presión arterial)
    • Triglicéridos ≥150 mg/dL (o bajo tratamiento médico para controlar los niveles de triglicéridos)
    • Colesterol HDL  
    • Circunferencia de cintura ≥102 cm (40 pulgadas) en hombres or ≥88 cm (35 pulgadas) en mujeres

 

*Un aspecto importante a resaltar es que la persona puede no tener un índice de masa corporal que lo catalogue como obeso, pero si debido a la conformación de su cuerpo cuenta con una distribución de grasa corporal mejor conocida como “cuerpo en forma de manzana”, en el que hay mucha grasa visceral, en otras palabras un abdomen (cintura) prominente u obesidad abdominal, este tipo de complexión por sí sola representa un mayor riesgo para la salud del paciente.

¿Cuáles son los factores de riesgo del síndrome metabólico?

Existen factores de riesgo que no son previsibles, unos relacionados con el estilo de vida y otros que tienen relación con la genética del paciente:

 

  • Edad: Conforme avanza la edad aumenta el riesgo debido a los cambios en el propio metabolismo.
  • Actividad física: La falta de ejercicio afecta el ritmo cardíaco de forma importante y predispone al desarrollo de estos problemas de salud.
  • Genética: Especialmente con aquellos factores que determinan la conformación corporal y dónde se deposita el exceso de calorías en forma de grasa.
  • Etnicidad: Los hispanos, nativos americanos y afroamericanos tiene más riesgo de padecer síndrome metabólico por su herencia y estilo de vida.
  • Alimentación: Una dieta alta en grasas conlleva a una ingesta de alimentos bajos en fibra y granos enteros, que son los que ayudan a bajar los niveles de colesterol.
  • Medicamentos: Se asocia a la ingesta de drogas antipsicóticas ya que alteran el metabolismo.
  • Enfermedades: Que afectan las hormonas como la diabetes y sindrome de ovario poliquístico.  

 El síndrome metabólico va en incremento en su prevalencia, en paralelo con la epidemia de obesidad. En los Estados Unidos, donde casi dos tercios de la población tiene sobrepeso o son obesos, más de un cuarto de su población cumple con los criterios diagnósticos del síndrome metabólico.

  

¿Cual es la explicación de la causa del síndrome metabólico?

Se cree que el síndrome metabólico es causado por una disfunción del tejido adiposo (grasa) y la resistencia a la insulina. La acumulación de grasa corporal provoca un estado proinflamatorio, que conduce a la resistencia de insulina, situación considerada como el principal causante o iniciador del síndrome metabólico.

 Se presentan diversas anormalidades las cuales no tiene mucho sentido especificar, pero el resultado final es un aumento en la liberación de ácidos grasos en la sangre y la acumulación progresiva de la grasa a causa de la insulina, principalmente la grasa visceral (alrededor y entre los órganos abdominales) ya que este tipo de grasa es la que se asocia con el proceso proinflamatorio y la liberación de sustancias nocivas para el organismo que al final dan como resultado la cascada de eventos o alteraciones mencionadas en el síndrome metabólico (presión arterial elevada, niveles elevados de colesterol HDL, etc).

  

Tratamiento y prevención

La piedra angular del tratamiento del síndrome metabólico siempre serán las modificaciones en la alimentación del paciente y la actividad física, aunque suena sencillo no siempre es así, sin embargo es lo primero que se debe enfocar ya que la pérdida de peso y el aumento de la actividad física con ejercicio regular de al menos 30 minutos 3 veces por semana, pueden ayudar a mejorar de forma importante los niveles de insulina y presión arterial, incluso con una pérdida de tan solo el 5 a 10% del exceso de peso pueden lograr este cambio.

 También se recomienda el uso de medicamentos para controlar los niveles de lípidos (grasas) en la sangre con el objetivo de disminuir el riesgo de formación de ateromas (calcificación) de las arterias, enfermedad coronaria (cardíaca) arterial y cerebrovascular. Sin embargo para la mayoría de los pacientes que padecen de diabetes tipo 2 moderada a severa y obesidad, el tratamiento médico intensivo no provee de suficiente reducción de los niveles de glucosa en sangre como para revertir o prevenir los efectos nocivos de la diabetes.

El problema principal con esta medida médica que prácticamente todos sabemos, es que la gran mayoría de los paciente que sufren de obesidad y síndrome metabólico han entrado a un círculo vicioso en el que su propio organismo está programado para no perder demasiado peso, es un sistema aún en estudio, de autorregulación en el que el paciente con cierto grado de obesidad (IMC de 35 o mayor) puede bajar de peso con mucho esfuerzo pero al momento en que dicho esfuerzo cede un poco el peso vuelve de nuevo. Aquí es donde tiene cabida la gran herramienta que representa la  en la resolución de las enfermedades que engloba el síndrome metabólico.

 @Dr.Rosales